La nueva sede de Coca-Cola se encuentra en una de las principales arterias de Madrid, la M40. Se trata de dos edificios unidos por el área de accesos y dotados de una zona verde.
La opción proyectada para solucionar las oficinas alrededor del perímetro del edificio, ha requerido de paredes divisorias con gran transparencia, pero que garantizaran al mismo tiempo, un alistamiento acústico óptimo.