El edificio de origen medieval está situado en el centro histórico de la ciudad de Barcelona, en lo que fue el foro romano de la ciudad. Uno de los pocos edificios de origen medieval en Europa que se mantiene como sede de un gobierno. En la remodelación del Palau de la Generalitat una de las principales premisas era la integración de las nuevas instalaciones y el respeto por un edificio tan emblemático.
Se realizaron los elementos divisorios alrededor del claustro con mampara ciega bajo una altura de 2200mm en combinación con las partes superiores y paredes transversales realizadas en cartón yeso.
Las mamparas divisorias consiguen respetar las zonas de interés histórico y arquitectónico del edificio, creando un conjunto totalmente integrado que aumenta si cabe la belleza del edificio.